La Tragedia de el Llanito
3-
Las dignas autoridades,
vecinos y forasteros,
¡con que gran celo atendieron
a nuestras necesidades!.
Todas las penalidades
con cariño consolaban
y en todo, al punto se hallaban
con orden y prontitud,
y es que por nuestra salud
en grande se interesaban.
Autor:
Juan J. Hernández Morera.