Madre mía de las Nieves
Madre mía de las Nieves
Madre mía de las nieves
desde el día que nací
me llaman igual que a ti
y eso a mi alma conmueve
el día que dios me lleve
en un loco frenesí
todo lo que dejo aquí
el cielo me lo protege
pero cuando yo me aleje
quiero estar cerca de ti.
Con los años que ya tengo
lejos no voy a llegar
casi que no puedo andar
y pronto no me mantengo
no se pierde mi abolengo
porque lo hereda a mi hija
y con esa idea fija
viviré lo que me queda
yo fui dándole a la rueda
y se vació mi valija.
Ya me llego la vejez
de eso estoy convencida
casi todo se me olvida
y hasta me pesan los pies
todo me sale al revés
he perdido la destreza
me atormenta la tristeza
ya no sé por dónde voy
algo loquita si estoy
se me arruino la cabeza.
Y gracias a la pensión
veo el mundo de colores
y son menos los dolores
que tengo en el corazón
se mantiene la ilusión
y las ganas de vivir
y espero el porvenir
coronado de grandeza
porque siempre haya en la mesa
algo para consumir.