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Quiero sentir su calor
como el aire que respiro
y darle a mi vida un giro
desterrando el mal humor
que nunca pueda el terror
retorcer nuestro camino
seguiré el limpio destino
aunque tenga algún tropiezo
sabiendo que me confieso
con el tribunal divino.

¡Hay mi decima querida!
como la cantó mi abuela
hoy te llamo la espinela
y estoy algo confundida
como del cielo caída
anidastes en mi pecho
mi corazón fue tu lecho
tú me salvaste la vida
y me sentí protegida
en un mundo sin derechos.

La llamamos espinela
porque la rimo Espinel
tesoro que siendo de el
muchos seguimos su estela
creándola me consuela
porque yo la siento mía
soy una nube tardía
que quiere regar tu pecho
para ofrecerte el derecho
de que sea tuya algún día.