Un 21 de marzo de 1948
Un 21 de marzo de 1948
El 21 de marzo
del 48 actual
fecha en que tuvo lugar
este lamentable caso
horrendísimo fracaso
en horas de madrugada
noche muy amargurada
para estos tristes pastores
sufriendo fuertes dolores
en cumbres deshabitadas.
En un lugar de la Palma
en cumbres de las lomadas
serán siempre recordadas
con sentimiento en el alma
allí fue donde dos almas
de los sanos corazones
en medio de las prisiones
que nunca se imaginaron
inútilmente lucharon
perdiendo sus ilusiones.
Allí fue donde encontraron
por la tarde su descanso
donde el enemigo falso
a dos fieles traicionaron
allí fue donde buscaron
refugios de mala suerte
nunca pasa por su mente
aquella terrible escena
que con sentimiento y pena
los persigue en la muerte.
El veinte por la mañana
salieron de la caldera
caminando las riveras
en busca de sus manadas
después de sus caminadas
por todas aquellas cierras
la trágica noche encierra
y planta su desafío
azotados por el frio
natural de aquellas sierras.
Trataron de hacer sus camas
en un refugio que había
que por nombre le decían
hueva de las mejoranas
un gran espesor de ramas
cubría la puerta y el techo
ellos casi satisfechos
aunque un poquito tullidos
estando durmiendo unidos
tendrían calor en su lecho.
Pronto paso por sus mentes
la desgracia de manera
que construyendo una hoguera
tendrían sus cuerpos calientes
iban guiados a la muerte
sin merecer su condena
después de comer su cena
que escasamente llevaban
apagarla se dedicaban
con piedras tierra y arena.
Se acostaron a dormir
en la trampa que así era
olvidando que la hoguera
los quisiera perseguir
intentaron de salir
apagarla nuevamente
esto nos tiene pendientes
se decían los dos amigos
volviendo a tomar abrigo
los dos pobres inocentes.
Al llegar la madrugada
se había despertado uno
que por exceso del humo
de la hoguera se acordaba
de pronto se incorporaba
al ver lo que sucedía
muy de pronto la agonía
los desafió pues las llamas
se acercaban a las camas
de pinillo que tenían.
Arriba amigo decía
que ya estamos fracasados
vamos a morir quemados
uno al otro le decía,
en vista que no lo oía
por su sueño tan profundo
y menos de un segundo
derribo toda la puerta
que estaba toda cubierta
de fuego en genio profundo.
Despiértate compañero
escucha mi clara voz
y corre hacia mí veloz
que aquí en la puerta te espero
que angustia que desespero
al oír estas palabras
al ver las candelas bravas
no lo dejaban pasar
amigo venme a buscar
mira ver si tú me salvas.
Atravesando de nuevo
en busca del buen amigo
quemando su cuerpo vivo
por el calor y el fuego
el otro que estaba ciego
por el humo acobardado
de pronto salió arrastrado
por los brazos y el pelo
sin tener ningún consuelo
viéndose en aquel estado.
Apolonio en desespero
tres veces había cruzado
su cuerpo martirizado
por salvar al compañero
quien deprisa y muy ligero
con su cuerpo dolorido
al verse ya sin vestido
y con escasos valores
sin alivio a sus dolores
gritaba muy afligido.
Amigo ya estoy perdido
por venir a este lugar
me debes de perdonar
que por mi culpa as venido
yo soy el que te he traído
a un lugar tan desgraciado
mira mi cuerpo quemado
vámonos de aquí enseguida
para que salves tu vida
gritaba desesperado.
Salieron de aquel lugar
a oscuras y sin destino
pasando muy mal camino
y cansados de gritar,
ya sin poder caminar
descalzo su compañero
Apolonio yo prefiero
quedarme solo sentado
sigue tú que estas calzado
para que llegues primero.
No te quedes compañero
has un esfuerzo por dios
a ver si oye mi voz
algún hombre forastero
para mí ya no hay consuelo
ya me voy empeorando
poco a poco caminando
haciendo miles de esfuerzos
y cruzando los Codesos
con sus heridas rozando.
Las lágrimas derramando
por los inmensos dolores
dense cuenta mis lectores
que no les voy aumentando
en efecto ya aclarando
con fuertes gritos de auxilio
mientras se acercaba el brillo
del día que venía en claro
viendo de un modo raro
en el medio de aquel trillo.
¡Hay dios mío como bienes!
se decían uno al otro
mirándose para el rostro
cruzando por los Andenes
amigo Juan no te quedes
y sigue siempre gritando
el día ya va alumbrando
ya veo bien mis heridas
que será de nuestras vidas
mi cuerpo se sigue hinchando.
Al verse de día claro
y en la forma que estaban
ellos mismos se asustaban
de aquel estado tan raro
sus cuerpos venían quemados
de aquella horrible tragedia
hechos todos una miseria
todos sus dedos pelados
y con los brazos tostados
la solución era seria.
Cruzando la cueva del Fraile
los rayos del sol venían
y unas aves les seguían
que volaban por el aire
era queriendo anunciarles
que iban a ser auxiliados
de arriba abajo quemados
en tan malas condiciones
llegaron a los mojones
donde fueron encontrados.
Un hombre venia cansado
caminando más que el viento
porque oía los lamentos
de auxilio que voy quemado,
el hombre quedo asustado
había perdido el color
lleno todo de terror
al verlos desesperados
todos sus cuerpos quemados
sufriendo con gran dolor.
Primer caso que presencio
y le sirvo de testigo
yo soy el pastor amigo
y por mi nombre Indulgencio
yo de ustedes no me ausento
amigos míos prudentes
me voy a buscar más gente
que me ayuden a cargarlos
por ver si puedo salvarlos
de esos dolores tan fuertes.
Se sentaron a esperar
a Indulgencio que salió
el cual pronto regreso
al mismo punto y lugar
empezaron a llegar
gente por aquel sendero
llego Martin Isotero
que eran también pastores
oyendo los clamores
con gritos y desesperos.
Justo, Segundo e Isaac
que también allí llegaron
los cuales acompañaron
muy pronto a los demás
miren bien si vienen más
preguntaron los quemados
por dios que estamos asados
ayúdennos a salvar
quizás podamos pagar
el día que estemos curados.
Como a las diez del día
tomaban un poco de agua
en los lagos de Iscagua
en cumbres de Garafía
con un hacha que allí había
dos camillas prepararon
en ellas los colocaron
con dolor y sentimiento
y en ese mismo momento
seis hombres los acompañaron.
Con la gente humanitaria
de Punta Gorda y Tijarafe
acompañaron el viaje
al pueblo de Candelaria
era gente necesaria
y de buenos sentimientos
eran aquellos momentos
que llegaron a un lugar
que los querían saludar
amigos más de dos cientos.
Dios que les pague el favor
que yo me voy a la muerte
hoguera de mala suerte
del enemigo traidor
mi cuerpo sigue peor
de las terribles heridas
siento venir las fatigas
son muchos los sufrimientos
y siento en estos momentos
las esperanzas perdidas.
Ten animo compañero
que si llegamos con vida
yo me dispongo enseguida
que a ti te curen primero
yo también me desespero
al verme de esta manera
por culpa de aquella hoguera
que allí no iba llamando
y la suerte traicionando
al salir de la Caldera.
En coche los trasladaron
a la ciudad de los Llanos
allí donde los hermanos
más tarde los visitaron
en la clínica ingresaron
para sus cuerpos curar
los médicos al entrar
y viendo como venían
uno al otro se decían
que caso tan singular.
Que malamente pasamos
aquellas sierras llorando
y en nuestro caso pensando
que fue un domingo de ramos
ahora nos conformamos
sin tener ningún remedio
este es un caso muy serio
para nosotros pensar
que vamos a descansar
en tierras del cementerio.
La noche iba pasando
límites del nuevo día
cuando uno de ellos decía
que se iba empeorando
los médicos observando
que todo era verdad
temen la fatalidad
de que todo su interior
por exceso del calor
demuestren la gravedad.
Adiós compañero adiós
me voy por mi mala suerte
ya veo venir la muerte
a separarnos a los dos
ya voy perdiendo la voz
difícil la recupero
es mucho mi desespero
y las dolencias que siento
ya no tengo salvamento
ya estoy seguro que muero.
Por fin Apolonio muere
pero antes de morir
dice yo voy a cumplir
el destino que dios quiere
a su amigo se refiere
en todas las ocasiones
para mí no hay salvaciones
ya me voy al campo santo
yo te pido, por lo tanto
compañero mil perdones.
Ya se fue mi compañero
al sepulcro a descansar
y yo me siento temblar
en un fuerte desespero
perdido me considero
después de tanto sufrir
a dios le voy a pedir
que me perdone con calma
a él yo le entrego el alma
sufriendo tanto al morir.
La vida se termino
para estos pobres pastores
dando las gracias lectores
a todo el que acompaño
ninguno se imagino
de aquella noche de engaño
que aquellos montes extraños
trajeran su mala suerte
ocasionando su muerte
a la edad de 30 años.
Adiós mi madre querida
en pensar en ti me aflijo
al ver que muere tu hijo
de muerte tan dolorida
todo mi cuerpo una herida
causa de mi mala suerte
siendo mi dolor tan fuerte
que no puedo resistir
lamento tener que ir
al cementerio sin verte.
Adiós mi padre y hermano
sobrinos y más parientes
adiós amigos prudentes
me voy a sitio lejano
adiós también los ancianos
que joven yo me despido
después que tanto he sufrido
en estas cumbres de engaño
en edad de treinta años
ya mi destino he cumplido.